Así será conocido un peregrino Masai que después de comer en un conocido restaurante de Santiago, bebió un chupito de licor café casero, y acto seguido se levantó de su silla y empezó a cantar y bailar invocando a su Dios de la lluvia.
Este respondió inmediatamente provocando lluvia de la nada en el restaurante en cuestión. Los comensales tuvieron que abandonar la sala y los responsables llamaron a la Guardia Civil, la cual desplazó a los bomberos para aprovechar y recargar sus cisternas aprovechando el riachuelo creado por la lluvia continua que no ceso hasta pasados 36 minutos.
Fue entonces cuando el masai realizó un canto de secano que en el momento paró la lluvia divina, y consiguió acto seguido...
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