El mismo día otro empresario francés utilizaba el mismo sistema para vengarse de los banqueros que tampoco le habían concedido un crédito para abrir su segundo restaurante. Un joven que con 23 años ya estaba facturando casi un millón de euros al año.
Esta nueva moda de ajusticiamiento económico se está extendiendo por más ciudades, en el caso del empresario gallego, los banqueros que vayan acompañados de un perro podrán entrar cómo compañeros del animal, pero para acceder sin ser acompañados por un perro, deberán abonar 70.000 €, que es el importe exacto que querían cobrarle de réditos al empresario por el crédito que no admitió por considerar abusivo.
Los clientes están encantados con la medida, y el empresario ha sido felicitado por todos los usuarios que pueden llevar perros por su iniciativa bilateral.
El único banquero que ha entrado...
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