Despues de 6 horas navegando, quedaron sin combustible y como no sabían navegar a vela decicieron no desplegarlas para no ser llevados por el viento mar adentro y complicar mas las cosas.
Cuando perdieron de vista tierra firme el mas joven se puso nervioso y quería llamar a su familia para que enviasen a álguien a rescatarlos, pero los otros 2 amigos lograron convencerle de que si lo hacía terminarían su aventura y el resto del año trabajan, y no volverían a tener una semana libre juntos hasta el próximo año como minimo, así que decidieron dejarse llevar por las corrientes marinas mientras disfrutaban de los víveres y suministros de la cocina del catamarán.
Despues de acabar con todo a bordo, al quinto día de aventura tuvieron que empezar a pescar para alimentarse y lograron aguantar así 2 dias mas hasta que avistaron tierra cerca del Faro de Fisterra, donde fueron esquivando la costa hasta adentrarse en la Ría de Corcubión, logrando atracar en el puerto de Brens.
Dos de lo jóvenes abandonaron la embarcación y se mimetizaron con los peregrinos del camino por lo que nadie sabe donde se encuentran en estos momentos. El otro esperó a que viniese la Guardia Civil para explicarle el caso y pedir disculpas al dueño del catamarán, el cual al enterarse de la historia, decidió no denunciarlos y de paso venir a la Costa da Morte a recojer su embarcación e invitar a una buena mariscada al joven aventurero, el cual prometió...
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