El deán de la catedral de Santiago acaba de adquirir 10 toneladas de litros de agua de mar Bretema de Vimianzo con propiedades médicas y culinarias para usar en sus pilas bautismales y de agua bendita.
Después de qué países como Nicaragua afirmen que sus propiedades medicinales la categorizan como medicina natural, la iglesia pretende así mejorar su agua bendita con valor añadido de origen soneirense, actualmente demandada en todo el mundo.