El sistema es increíblemente sencillo a la par que complejo. Consiste en proyectar luz concéntrica y sonido sincronizados a través de un prisma y conectado a un Raspberry Pi programado para interactuar en el espacio tiempo a través de las ondas gravitacionales con la opción de seleccionar el minuto, hora, mes y año exacto a donde queremos ir. El joven gallego que prefiere permanecer en el anonimato, afirma que ya ha recibido varias ofertas de compra de la patente a las pocas horas de saltar la noticia, pero no quiere vender la idea, sino desarrollarla el mismo, ya que él es el creador y él es el único que puede desarrollarla al 100% de su potencial. Como medida especial.